sábado, 26 de octubre de 2013

Genealogía de los Gálvez de Sedella

 Genealogía de los  Gálvez ¿De dónde proceden los Gálvez de Sedella?  .http://www.bisabuelos.com/lib/luisiana01.html
       
Comencemos por el origen del apellido Gálvez. Los cronistas antiguos, utilizan un estilo castellano, noble y llano, que procuraremos conservar. Este apellido de Gálvez -dice don Ramón Lazo y Ortega, cronista del rey Carlos III- es tan noble como antiguo en España. Podemos prescindir de la cuestión que tocan algunos autores genealogistas sobre si es, o no, patronímico; derivándolo -los que están por la afirmativa- de Galva o Galvo (nombres ro-manos), o atribuyéndolo -los que llevan la negativa- al solar, o señorío de esta familia, por haber algunos lugares de este nombre en España. Los antepasados de Matías y Bernardo acreditan su solar, y apellido con la preposición de por muchos siglos, circunstancia que demuestra no ser, o haber dejado de ser, patronímico.

Ha sido fecunda, y feliz esta familia en hijos ilustres, que hicieron casas en Aragón, Cataluña, y Andalucía, después de la conquista de Teruel, y la famosa batalla de Clavijo (año de 834), a la que asistieron.
  Por los años de 1219 vivía en Teruel don Rodrigo Gómez de Gálvez. De Teruel proce-dían los Gálvez que participaron en la conquista de Córdoba, aunque, siglos atrás -como enseguida veremos- tenían su solar en Vizcaya.  En Santaella, castillo y villa de la jurisdicción de la ciudad de Córdoba, se establecieron los Gálvez desde su conquista, hecha en 1240 por el santo rey don Fernando, en cuyo asalto se distinguieron los Gálvez, subiendo unos al muro, y entrando otros por un postigo; por cuya acción se denominó desde entonces una rama de esta familia Gálvez del Postigo, y después con sólo Postigo, que conservan hoy. No constan los nombres de los primeros Gálvez establecidos en Santaella, por el extravío de los libros de población.   Los Gálvez de Santaella tienen,  como los de Macharaviaya, un escudo de plata con un árbol verde, y dos lobos.

   El linaje de los Gálvez de Santaella tenía antiguamente su solar a una legua de Guernica, en Vizcaya. En su tiempo era señor de esta casa don Juan de Gálvez, descendiente de los antiguos condes de aquel señorío, y citado en las crónicas del rey don Juan II (1406-1454), y de don Ortuño IV. Las tres veneras o conchas las añadieron los Gálvez desde la famosa batalla de Clavijo, en que se hallaron los de esta familia el año de 834. El uso de los dos lobos (armas propias de los señores de Vizcaya) acredita el noble origen de los Gálvez de aquel señorío, de quienes descienden los de Santaella, dónde vivieron con el lustre correspondiente a su clase, señalándose sus hijos, tanto en las armas, como en las letras. Excedió a todos don Antón de Gálvez que después de muchos y señalados servicios en la guerra contra los moros del reino de Granada, se distinguió particularmente en la conquista de aquel reino, concluida por la entrega de su capital a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492. Entre otra mercedes concedieron sus majestades católicas a dicho Antón de Gálvez la de entierro y asiento fijo y privativo para su persona, y descendientes en la iglesia parroquial de su domicilio -que era la ciudad de Santaella-, como tanbien lo conservan hoy los Gálvez en la de Macharaviaya, en un banco propio de esta familia. Fue dicho don Antón de Gálvez (nacido ca. 1470) padre común de varias ramas que de esta familia se establecieron en distintos lugares de Andalucía. Casó con doña Luisa Gómez Postigo y, entre otros hijos tuvieron a Alonso de Gálvez (ca. 1500) que, como sus padres, continuó viviendo en la ciudad de Santaella, vecina a Córdoba.  Don Alonso tuvo dos hijos, uno llamado Juan y otro Pablo. Pablo de Gálvez (ca. 1530) se estableció en Sedella (Málaga). Una de sus sucesoras fue doña María de Gálvez, madre de don Juan Granados y Gálvez, y de fray José Joaquín Granados y Gálvez que nacieron y vivieron en Sedella de jóvenes, en torno al año 1740. Este último fue capellán de don Miguel de Gálvez. Fue frayle franciscano y emigró como misionero a Nueva España en donde fue nombrado obispo de Sonora, Méjico. Escribió en 1778 Tardes americanas, una historia de la Nueva España desde los toltecas hasta mediados del siglo XVIII (11). En las páginas introductorias hace un resumen de la genealogía ascendente de los Gálvez hasta don Antón de Gálvez, el ilustre caballero que intervino en la conquista de Granada en 1492. Don Juan de Gálvez, el otro hijo de Alonso, tuvo un nieto llamado don Diego de Gálvez, nacido en Santaella en el año de 1571. Su padre, llamado también Alonso, había sido heredado por sus servicios militares con unas casas y huertas en las villas malagueñas de Benaque y Macharaviaya. Esta fue la razón por la que don Diego se traslado a vivir a Macharaviaya. Allí recibió el nombramiento de regidor perpetuo de esa villa e inicia la saga de los Gálvez de Marcharavialla.
   Concretando en lo que concierne a los Galvéz de Sedella:
Antón de Gálvez participa en la conquista de Granada cuando tenía 22 años. Si instala en Santaella-Códoba. Tiene varios hijos uno de ellos, Alonso vive como su padre  en la misma ciudad cordobesa y tiene dos hijos ca.1500. uno es Juan cuyo nieto Diego se asienta en Marcharavialla y el otro Pablo, que  viene a vivir a Sedella. Durante todo el siglo XVII no tenemos información por escrito de la genealogía de esta familia en Sedella, pero es evidente que todos los Gálvez en esta villa asentados, pertenecen en sus origen a la misma familia.Todos son descendientes de Pablo de Gálvez. 
 D. José  Joaquín Granados y Gálvez que nació en Sedella en el año de 1734 nos da algo de luz sobre el pasado de su familia. Este ilustre sedellano marchó a Méjico cuando tenía diecisiete años.  En la introducción de su obra histórica que escribe sobre Méjico, nos cuenta cómo "cuando vivía en Sedella con su amada madre María de Gálvez y su hermano Juan Granados y Gálvez sentía ya, muy de niño, en su alma la vocación religiosa." Es por esto que, una vez establecido en Nueva España (Mejico),cuando tenía 17 años, ingresó en los franciscanos y se ordenó sacerdote, llegando a ser el  obispo del Estado de Sonora durante los años de(1788-1794). No dice nada D. José Joaquín  de su padre y nada sabemos de él. Se desconocen las razones que motivan este silencio.
 En Sedella quedó su hermano Juan Granados, gozando las excelencias familiares que heredó de su madre. En el año de 1752, lo encontramos, como uno más de los testigo, abalando y firmando la veracidad de lo que se registra en el catastro del Marqués de la Ensenada relativo a Sedella. Éste  sedellano debió de embarcar con posterioridad hacia Nueva España durante la segunda mitad del siglo XVIII ya que, en el año de 1801, según un documento de arribada que o encontré investigando  documentos de Sedella en el Archivo Histórico Nacional, desembarca en el puerto de Cádiz procedente de Vera Cruz- Méjico. En la fragata Nrª. Sra. del Pilar alias la Fortuna. Regresaban también con él D.Pedro Granados y Peña, tio suyo y  que había sido prebendado de la catedral de Méjico y tres sobrinos más: D. Antonio Gálvez, D. Antonio Cabello y D. José Ocaña. Todos ellos son naturales de Sedella. También vienen con ellos dos criados: Fermín Jiménez natural de Sedella y Andrés de los Montes, indio.
De la relación de parentesco que tiene D.Juan Granados con el prebendado de la catedral de Méjico podemos deducir que éste era hermano de su padre del cuál nada conocemos.
Nada quedó en la memoria histórica de Sedella sobre esta familia de los Granados. Tal vez el topónimo, que señala el pago de lo que hoy es el Arroyo Granados, podría tener alguna relación con ellos. Por el contrario si que persisten los Gálvez.
 En Sonora, uno de los estados federados al Noroeste de Méjico, un pueblo fundado por la familia Durazo en el año de 1821, lleva el nombre de Granados en honor a José Joaquín Granados y Gálvez segundo obispo de Sonora. 
 Añadir finalmente que D. José Joaquín llevaba con orgullo el haber nacido en Sedella como lo demuestra el hecho de que, al referirse a su tierra natal, lo manifiesta en estos téminos: "Mi querida y amada patria  Sedella" y en otra referencia dice "Sedella meció mi cuna".
               Dejó el Sr Obispo una obra histórica escrita de la Nueva España que arranca en el  periodo precolonial  y que termina en el siglo XVIII, actualmente muy revalorizada entre los historiadores y eruditos. Se llama la obra: Tardes Americanas                                    
                                                                     Manuel C. Gálvez.